Las nuevas empresas saben muy bien cuán estrechamente se puede vincular el crecimiento a las rondas de financiación de capital. Las empresas establecidas se enfrentan a sus propias preguntas al respecto. No solo cómo encontrar fuentes externas de capital, sino cuándo hacerlo.
Recaudar capital en el momento adecuado puede ayudar a una empresa a cumplir objetivos estratégicos importantes. Plantearlo en el momento equivocado puede vincularlo a compromisos de servicio de la deuda onerosos, o enturbiar las aguas del liderazgo cuando los tiempos se ponen difíciles. Aquí hay dos factores cruciales a tener en cuenta cuando considere obtener capital para su negocio.
1. Cuando el plan estratégico de su empresa lo requiere
La inversión de capital debe alimentar su plan estratégico. Específicamente, debe respaldar las fases de su plan estratégico que dependen específicamente de una inversión de capital significativa.
No todas las fases cumplen con ese estándar. Por ejemplo, si las ventas son constantes y crecen lo suficientemente rápido como para superar la producción, deberá tomar medidas. Eso no implica necesariamente los tipos de inversión de capital que las empresas exitosas obtienen de fuentes externas. Algunas respuestas no requieren ninguna inversión de capital. Por ejemplo, puede considerar su estructura de precios como una forma de moderar el volumen de ventas y aumentar los ingresos.
Otras respuestas al éxito requieren cierta inversión: aumentar la producción y la capacidad de almacenamiento requerirá algún desembolso. Pero esos gastos deberían compensarse fácilmente con aumentos continuos en los ingresos por ventas. El movimiento más inteligente en un caso como este puede ser utilizar el flujo de efectivo actual para pagar las nuevas inversiones, tomando prestada solo la cantidad mínima necesaria para compensar la diferencia.
Sin embargo, algunas fases de su plan estratégico casi requieren que recaude capital. Cuando ingresa a un mercado completamente nuevo, necesitará más que un préstamo único para financiar una nueva línea de producción. Los nuevos empleados, las nuevas instalaciones y los nuevos clientes que vienen con tal movimiento cambiarán su empresa. Emitir un poco de deuda o ajustar la estructura de propiedad de su empresa ofreciendo algo de capital puede ser completamente apropiado.
Esto es aún más relevante para las empresas que se expanden a nuevos mercados geográficos. Tales movimientos a menudo incurren en gastos imprevistos e ineficiencias tempranas. Puede ser más prudente tratar esos costos como parte del gasto de capital más amplio de la expansión que recurrir por completo a las reservas de efectivo y los flujos de efectivo anticipados. Si recauda capital a través de acciones, puede encontrar un socio que esté dispuesto y motivado para prestar una mirada experta a su nueva operación.
2. Cuando su empresa tiene una base financiera sólida
Esto puede parecer contradictorio, pero el mejor momento para considerar la obtención de capital es cuando su flujo de caja es constante y sus finanzas son estables. Hay dos buenas razones para esto.
En primer lugar, obtener capital de fuentes “externas” siempre implica algún tipo de intercambio. Entregará acciones o emitirá deuda. Ninguna opción es saludable si el objetivo es simplemente mejorar el flujo de efectivo de las operaciones actuales.
Si obtiene capital ofreciendo acciones en su empresa, diluye su propia participación en las ganancias de la empresa y puede restringir la flexibilidad de su empresa al abordar desafíos o explotar oportunidades en el futuro. Lo mismo ocurre con la emisión de deuda o nuevos créditos, aunque puede preservar cierta flexibilidad operativa mientras incurre en un mayor riesgo.
En cualquier caso, obtener capital externo solo tiene sentido desde el punto de vista comercial si su negocio es estable y está creciendo. De lo contrario, equivale a recaudar dinero en condiciones desfavorables solo para enderezar el barco y en este caso el mejor enfoque es realizar alguna reorganización si es necesario y centrarse en optimizar sus operaciones.
Por otro lado, los inversores externos naturalmente querrán cubrir sus apuestas si su empresa parece tener debilidades financieras significativas. Si su perfil de deuda y flujo de efectivo no son lo que podrían ser, es probable que los inversores también lo vean. Los buenos inversionistas o financiadores, con los que querrá asociarse, pueden evitar su empresa por completo o solicitar términos que sean mejores para ellos. Eso deja un grupo relativamente grande de inversionistas menos deseables que ofrecen términos más onerosos. Nuevamente, es mejor mejorar su resultado final a través de la acción interna que hacer que su empresa esté en deuda con un inversor que no comparte su visión. Sin embargo, comprender esta lógica no aclara por completo la decisión de contratar a un socio externo cuando se está desempeñando bien.
Comprender sus opciones de financiación
Recaudar capital de cualquier tipo puede conducir a situaciones indeseables para su empresa. Para mitigar este riesgo, asegúrese de estar familiarizado con los diferentes tipos de financiación disponibles para usted, así como su impacto en su negocio. Si no tiene suficiente experiencia interna, buscar ayuda de una empresa que se especialice en esta área puede ser de gran ayuda. En Heritage Financial Advisors ayudamos a las empresas en su proceso de obtención de capital de una forma estructurada y confiable garantizando que el resultado sea favorable en el largo plazo para todos los involucrados.
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